23 de mayo de 2011

Crónicas del día en la radio

Bien, ya termine con mi producto final. Después de semanas de planificación logré ir a la radio y mantenerme una hora grabando en vivo.

Ahora explicaré, paso por paso, día tras día, como fue todo a manera de diario:

El viernes 20 de Mayo de 2011, durante las horas de clase fui a sacarle copias a las hojas de publicidad que había llevado para pegar por todo el colegio y resulta que la fotocopiadora estaba en mantenimiento justo ese día. Sin más que hacer, coloqué solo dos panfletos en todo el colegio: uno en el piso de mi grado y otro en el C.R.A. al lado de los carteles del concurso de Twitter.

Fui a hablar con las chicas del programa confirmando mi ida el sábado (después de haberlo cancelado varias semanas, esta sería la definitiva).

El sábado 21 de Mayo de 2011, me desperté a las ocho, me vestí, desayuné y empecé a leer todo el material que había recopilado previamente para decir en la radio. Las noticias de un supuesto fin del mundo corrían y yo me propuse aparecer en la radio así fuese lo último que hiciera. Esperé hasta que llegaron Dania y Victoria (mis amigas) quienes me acompañarían a la estación junto a mi mamá. A las diez y media ya estábamos estacionando el carro y esperando a que llegaran Ana Gabriela García y Andreina Vecchies, que, como debo haber comentado antes son estudiantes de mi colegio, un grado menor que yo y que además, tienen un programa en la radio todos los sábados. Llegaron un poco después que nosotras y todas juntas subimos al estudio.

Debo admitir, que aunque ya había estado en televisión nunca había pisado una estación radial y fue un momento maravilloso. Había micrófonos, cámaras, computadoras y hasta ese cartelito que dice “ON AIR” con letras rojas. Aun así, no estaba nerviosa, o por lo menos no en ese momento. Ana y Andreina se instalaron en sus puestos y me dieron uno de los micrófonos y unos audífonos a mí. A mis tres acompañantes las acomodaron en unas sillas justo detrás de mí. Ellas tomaban fotos y videos y yo mientras tanto repasaba lo que diría. Hacia un frio espantoso y nadie podía bajarle al aire acondicionado…

Cuando dieron las once, hora en que el programa daba inicio, me atacaron los nervios (aunque el frio influía bastante). Las chicas empezaron a hablar y a presentarse y lanzaron una canción. Cuando acabara esa canción empezaría a hablar yo. Me presenté y di una pequeña introducción de lo que diría. No estaba al borde del colapso pero tampoco estaba relajada. Gracias a Dios hablar por un micrófono es una de esas cosas que dan miedo al principio pero entre mas lo haces más confianza obtienes. Así pasó esta vez: al final de la hora ya yo estaba mucho más confiada y no aferrada al micrófono como al comenzar.

Muchas de las cosas que nunca nadie vio fueron los “detrás de micrófono” —dado que no había cámaras— que fueron, si se puede decir, mucho más relajantes y divertidos de lo que cabe esperar. Y si, es un espacio como lo que sale en televisión: lleno de conversaciones y chistes de los que sacan sonrisas y anécdotas. Pasada la hora del programa (la cual debo decir que pasó muy pero muy rápido) nos empezamos a tomar fotos en el estudio, con las chicas, con mi mama, con los micrófonos… Todo había terminado y algún recuerdo teníamos que guardar.

Nos despedimos de las chicas, que me prometieron conseguir el podcast del programa para subirlo aquí pronto. Bajamos y mi mamá nos compró jugos y chocolates. Nos encontramos con Ana y Andreina de nuevo de camino al carro. Entramos en él, y salimos del estacionamiento. Vi mi teléfono y vi montones de mensajes, menciones en Twitter, publicaciones en Facebook, llamadas pérdidas y más. Fue impactante y uno de los mejores días de mi vida

El domingo no pasó nada digno de mencionarse hasta hoy lunes 23 de Mayo de 2011. Volví al colegio y todos los comentarios de “Te oí en la radio”, “Estuviste genial” o “¿Leyeron mi mensaje?” fueron el pan de hoy.
Por supuesto, agradezco a todos los que me escucharon y a los que mandaron mensajes (o llamaron directamente) durante la transmisión. Gracias, de verdad.

Lo que queda por ahora, es presionar a las chicas para que me den el podcast y montarlo aquí para que sea escuchado por todos aquellos que no tuvieron oportunidad el sábado. Ah, y montar algunas fotos para que vean la genialidad de un estudio. Pero todo eso luego.
Por ahora, buenas noches.

P.D.: Es el post más largo que he hecho y ni siquiera hablé sobre los trastornos del sueño…

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